Ni por protagonizar el famoso tratado renacentista de doctrina política.
Ni por ser el superhéroe de uno de mis primeros juegos de ordenador que tanto nos gustan.
Ni por ser un rapero descarado en un barrio de ricos, un multiinstrumentista excéntrico o hacer versiones cutres del cantante con la pelvis más famosa.
Tampoco por ser el uruguayo ídolo de uno de los grandes clubes de fútbol argentinos ahora caído en desgracia ni por jugar en el país con forma de bota durante los años 90.
Ni siquiera por pedir que me dibujen un cordero.
No existe un motivo concreto, ¡pero me hace muchísima ilusión!
Welcome back home!!!
But remember, London is yours and it owes you a living!
A dopo domani! |
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Por favor, comenta con educación y respeta el hecho de que no incluya nombres de otras personas.