En este diario de viajes compartiré algunas de mis vivencias sobre los diferentes lugares en los que he vivido: Madrid, Londres, Montevideo, Harbin y ahora Moscú. Cuando hable de alguien no pondré su nombre, si alguna vez patino confío en que me disculpéis. En la medida de lo posible y de que me apetezca, trataré de que el título o algunas palabras de cada entrada estén relacionados con diversos aspectos musicales y contengan enlaces para que podáis escuchar canciones. Espero que os entretenga.

¿Usted no nada nada?

Uno de los objetivos de mi estancia en Londres era cambiar algunas de mis costumbres. Entre mis estrecheces económicas, que no conozco a tanta gente aquí y que me lo paso mejor en España, como ya escribí en otra ocasión, comencé a vivir más los días que las noches.

Así, para ocupar las horas y mantenerme activo decidí apuntarme a un centro de deportes cerca de mi casa. El edificio, de ladrillo visto y completamente modernizado, solía albergar los baños públicos del barrio.

El edificio está completamente rehabilitado.

Lo primero que me llamó la atención es que se encuentra en una calle que se llama igual que una de las que solía atravesar en la capital irlandesa. ¿Una señal para invitarme a entrar?

¡Cuántos buenos recuerdos!

Me decidí, me enseñaron las instalaciones, me convencieron y me apunté. En función de mis preferencias un monitor me puso una tabla de ejercicios para realizar en el gimnasio, pero pronto comprobé que me entretiene mucho más nadar en la piscina, tras lustros sin frecuentarla.

Un día me propusieron participar en el intento para lograr un récord Guinness y no lo dudé. La prueba consistía en reunir a más de 300 personas flotando en plan boya sin apoyos y dando patadas para no hundirse, como los jugadores de waterpolo.

Participaron personas de todas las edades.

Los resultados llegaron al cabo de los días, pregunté... y no tuvimos éxito porque no reunimos a las personas necesarias. En fin, lo importante fue participar y "crear comunidad", algo de lo que gustan mucho por estos lares y ojalá hiciéramos más.

Lo importante es participar.