En este diario de viajes compartiré algunas de mis vivencias sobre los diferentes lugares en los que he vivido: Madrid, Londres, Montevideo, Harbin y ahora Moscú. Cuando hable de alguien no pondré su nombre, si alguna vez patino confío en que me disculpéis. En la medida de lo posible y de que me apetezca, trataré de que el título o algunas palabras de cada entrada estén relacionados con diversos aspectos musicales y contengan enlaces para que podáis escuchar canciones. Espero que os entretenga.

España se mueve

A pesar de estar viviendo fuera me intereso bastante por los acontecimientos que están sucediendo en España durante las últimas semanas. El mismo día en el que mi edad se equiparó al número del mítico creador del Showtime baloncestístico en Madrid comenzó un movimiento reivindicativo del que todos habréis oído hablar y en el que algunos de mis amigos, sobre todo los más presentes en las redes sociales, estáis bastante involucrados.

Tuve la ocasión de visitar la ciudad antes de las últimas elecciones para asistir a un gran a la par que entrañable evento familiar y, como sentía curiosidad, me acerqué a Sol para ver cómo estaba montado todo aquéllo. Cuando llegué, a eso de las 22:30, me sorprendió gratamente encontrar a gente de muy diversa edad y condición, algunas familias con críos y todo. Al volver más tarde esa misma noche el panorama había variado ligeramente, como es lógico, pero no se produjo ningún sobresalto.


El 19 de junio me pasé a Trafalgar Square para asistir a una serie de conciertos gratuitos. Cuando terminaron y me iba a marchar escuché de lejos algo de jaleo y me imaginé que sería la delegación londinense de Spanish Revolution. Estuve un rato, escuché varios cánticos, me encontré a una amiga, me dieron algunos panfletos...


Con algunas revindicaciones estoy más de acuerdo que con otras, pero creo que personas de diferente tendencia política se pueden y deben poner de acuerdo en asuntos que interesan a todos, como una reforma de la Ley Electoral, la independencia real del poder judicial o el establecimiento de controles más firmes para regular tanto a los políticos como a las entidades financieras.

Teniendo en cuenta sus partes negativas, que las tiene, a todos con los que he tratado sobre el asunto les insisto en que me quedo con lo bueno del movimiento; esto es, que ha provocado que muchos se interesen por asuntos públicos que antes parecían no importarles. Ojalá entre todos desarrollemos iniciativas populares para que logremos vivir en una democracia más participativa y con una separación de poderes real. Algunos ya están en ello.

1 comentario:

  1. Y en un mundo más justo! donde haya igualdad de oportunidades sin importar el género ni las fronteras! Brindo por ello, aunque sea con cerveza sin alcohol...Arriba Tama, mucho ánimo y aunque estemos lejos de ella, espero verte pronto en una linda ciudad, "pongamos que hablo de Madrid".

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