En este diario de viajes compartiré algunas de mis vivencias sobre los diferentes lugares en los que he vivido: Madrid, Londres, Montevideo, Harbin y ahora Moscú. Cuando hable de alguien no pondré su nombre, si alguna vez patino confío en que me disculpéis. En la medida de lo posible y de que me apetezca, trataré de que el título o algunas palabras de cada entrada estén relacionados con diversos aspectos musicales y contengan enlaces para que podáis escuchar canciones. Espero que os entretenga.

Azken guda dantza

El último día en Madrid también fue de aúpa. Como había vaciado mi habitación tuve que dormir en la que fue la estancia de la sueca y en una cama que estaba en el piso y era bastante chunga. Entre eso y los nervios amanecí a las 6:30 am, tras dormir poco más de cuatro horas. Tras un paseo, dos pises y escuchar algo de música decidí levantarme para recibir a una GRAN amiga del cole a la que echaré mucho de menos, que tuvo la gentileza de traerme ¡chocolate con churros!

Una vez desayunados fuimos a devolverle las llaves del piso y, en mi caso, a despedirme de otra gran amiga, cuyo gato cuidé durante Semana Santa y en ocasiones anteriores. Después nos acercamos al Clínico a por el Polo, regresamos a Donoso II para recoger unas cosas y me fui a ver a mi hermano y mi cuñada para despedirme y llevarles unos miguelitos que se habían olvidado en el coche cuando fuimos a recoger a su suegra.

Tras una amenísima charla me dirigí a la oficina del BBVA de mi banquero predilecto, que me debía entregar las libras que se supone me había cambiado. Sin embargo, mi gozo en un pozo, así que se las pasará a otro de nuestros amigos para que me las dé al cabo de los días cuando coincidamos en el SOS. Posteriormente, me pasé por Mirasierra para devolverle el saco de dormir al terror de Iecisa, vi a algunos de mis grandes amigos de Tecni y comí con mi exjefa y mi excompañera, todo esto en unas cuatro horas: menos mal que pillaba cerca.

Al acabar en Tres Olivos emprendí camino a Rodas para decidir qué me iba a llevar y colocar todas las pertenencias que había dejado empantanando mi cuarto. Mi hermano mediano aprovechó para venir con mi cuñada, mi sobrina y su suegra y despedirse de mí. Como tenía que pasar por el piso para ver el Schalke 04-Manchester Utd. y finiquitar Donoso II dejé a su suegra en su casa y me reuní con la chavalada en mi ya antiguo hogar. El asunto se prolongó con anécdotas, planes, fotos, besos, abrazos y parabienes muy emotivos. ¡Os echaré de menos!

De vuelta en Manhattan cené con mis padres, imprimí las tarjetas de embarque de Londres y Murcia y me puse en serio con el equipaje, controlando los pesos de los bultos con la balanza que se compró nuestra antigua compi de piso para no tener que pagar suplementos a los de EasyJet.

1 comentario:

  1. Euskaraz hitz egiten duzu? :)

    Suerte por Londres! Te lo vas a pasar bomba!

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