Tras más de dos semanas en la capi estoy como el cantante que compuso la canción del título, con cuyo primer concierto acústico grabado me abrasaba la oreja uno de mis hermanos.
¡Resulta tan frustrante sentirse así, tanto en mi ciudad de adopción como en lo que siempre ha sido "mi casa"! Extraño en mi propio hogar, sin saber muy bien qué hacer al respecto.
Y eso que mis circunstancias han cambiado para mejor, con un trabajo que nunca había hecho hasta el momento pero que me motiva, ya que me permite tratar con gente nueva.
He tratado este tema varias veces con distintos amigos. El asunto está en cómo asumes las circunstancias, que muchas veces son las mismas pero te afectan de manera diferente.
En breve cumpliré la misma edad del crucificado más famoso y, cuando la gente me pregunta qué haré en verano, les respondo que ni siquiera sé dónde me encontraré el mes que viene.
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Pues yo no te leo tan fuera de lugar. Me parece que lo que escribes es absolutamente sensato y coherente. Por otro lado podrías haber tenido tu crisis en Madrid y en tu revista de camiones, aunque el hecho de ir a tu curro conocido o tener tus rutinas, quizás te hubiera llevado a estar jodido pero con menos sentimientos de soledad o extrañeza. Yo, como soy partidario de afrontar las crisis en crudo y sin distracciones, creo que de esta saldrá algo bueno y creativo. Recuerda que hay un amigo nuestro, sin ánimo de comparar individualidades ni circunstancias, que dijo aquello de " hijas de puta
ResponderEliminar, devolverme a mis amigos para volver al Tatoom ( y que nada cambie)" y mira lo feliz que está. Un fuerte abrazo y espero no sonar demasiado psico.
Escribí la entrada en uno de mis momentos más delicados, pero esta manera de percibir las cosas va y viene. Sin embargo, el hecho de que incluyas la palabra "crisis" dos veces en un mismo texto que trata sobre mi existencia acojona ;-)
EliminarYa sabes que agradezco mucho tus sabias palabras y me encanta comentar contigo las jugadas de nuestras respectivas generaciones (cercanas pero no iguales), la falta de diván imperante y las piradas de olla de la gente en general.
Para que te rías, la revista era de autobuses. ¿Por qué, dentro de lo raro del asunto, a todo el mundo le parece más normal que escribiera sobre camiones?
¡Un abrazooo!