Gracias a uno de los usuarios más activos de redes sociales, antiguo nadador y atlético de pro, hoy he vuelto a ver el vídeo con el resumen de la remontada al Barcelona del Dream Team de la temporada 93-94. Ese partido lo viví en el fondo sur del Calderón, en cuya portería se marcaron todos los goles del 4-3 definitivo, y es uno de los que más disfruté jamás por motivos obvios.
Tras marcharnos al descanso perdiendo 0-3 por culpa de un hat trick de un brasileño bajito terror de defensas, en la segunda parte salimos a morder y nos llevamos el encuentro, culminando la remontada con un gol del ahora director deportivo y a pesar de tener un jugador menos. He gritado como entonces, se me han puesto los pelos como escarpias y así se lo he hecho saber.
Aunque a algunas personas les pueda parecer frívolo, uno de los placeres que más echo de menos es acudir al estadio para animar a mi equipo. De hecho, me dio mucha pena que uno de mis hermanos tuviera que recoger en mi nombre el reconocimiento por ser socio abonado durante 25 años seguidos. Sin embargo, en su día sí pude disfrutar con orgullo cuando mi padre recibió la insignia de oro por sus más de 50 años ¡y subiendo!
Son muchas grandes vivencias, siempre rodeado de integrantes de mi familia y, a veces, de buenos amigos. Aún recuerdo las deliciosas paellas regadas con gaseosa (aún no estaba en edad de ingerir alcohol) en casa de mi difunta abuela paterna y la larga caminata de peregrinación hasta el templo, las pipas, los cánticos, los goles, las tortillas de patata que preparaba y con las que celebrábamos las victorias o enjugábamos nuestras lágrimas...
Ahora trato de seguir todos los partidos que puedo por streaming, pero no es lo mismo porque no percibo el ambiente que los rodea. Hace pocas semanas encontré una peña atlética en la ciudad, lo malo es que se reúnen en un local que me pilla un poco a trasmano. Respecto al equipo, una temporada más su juego deja bastante que desear, aunque parece que con el nuevo entrenador argentino le ponen más ganas. De todos modos, el problema es de fondo y se encuentra en los despachos.
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25 ans q vieko eres,,,,,
ResponderEliminarTengo más de 25 y lo sabes, canalla :-)
ResponderEliminarMe referia a 23 ans sufriendo, te salvan los dos anos de los dobletes...
ResponderEliminarHombre, sufriendo llevo más años, pero incluso en los años malos también viví momentos de gloria, como las dos Copas del Rey seguidas a principios de los 90... y en casa ajena.
ResponderEliminarTambién recuerdo con especial cariño el viaje a Mónaco de agosto de 2010.
Pues hazte del Arsenal como Nick Hornby, otro fanático del furgol sufrido y de la buena música. Aunque, como todo el mundo sabe, tú de música... justito ;)
ResponderEliminarAbrazo fuerte,
Rafa Coloma
En una entrada anterior (http://tamaabroad.blogspot.com/2011/05/ligas-de-campeones.html) comenté que el equipo que me hace más gracia de esta ciudad es el de los cañoneros, con lo cual me voy acercando a Hornby. Ahora me resta aprender sobre música y escribir como él :-)
ResponderEliminar¡Un abrazo y gracias por leerme!