Así, para ocupar las horas y mantenerme activo decidí apuntarme a un centro de deportes cerca de mi casa. El edificio, de ladrillo visto y completamente modernizado, solía albergar los baños públicos del barrio.
El edificio está completamente rehabilitado. |
¡Cuántos buenos recuerdos! |
Me decidí, me enseñaron las instalaciones, me convencieron y me apunté. En función de mis preferencias un monitor me puso una tabla de ejercicios para realizar en el gimnasio, pero pronto comprobé que me entretiene mucho más nadar en la piscina, tras lustros sin frecuentarla.
Un día me propusieron participar en el intento para lograr un récord Guinness y no lo dudé. La prueba consistía en reunir a más de 300 personas flotando en plan boya sin apoyos y dando patadas para no hundirse, como los jugadores de waterpolo.
Participaron personas de todas las edades. |
Los resultados llegaron al cabo de los días, pregunté... y no tuvimos éxito porque no reunimos a las personas necesarias. En fin, lo importante fue participar y "crear comunidad", algo de lo que gustan mucho por estos lares y ojalá hiciéramos más.
Lo importante es participar. |